viernes, 25 de septiembre de 2015

Sindrome nefrítico

Puntos clave
  • La mayoría de los casos de síndrome nefrítico son asintomáticos, hasta una cuarta parte son subclínicos y, por tanto, hay que buscarlo ante un cuadro de orinas oscuras tras un proceso infeccioso de garganta o piel.
  • La hematuria en el síndrome nefrítico es constante; la microhematuria puede persistir hasta 2 años.
  • Es una enfermedad de curso favorable. El edema, la hipertensión arterial y la oliguria mejoran en una semana. El pronóstico empeora si la proteinuria o la alteración del filtrado glomerular persisten. La complicación más frecuente es la insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Sospecharemos casos potencialmente graves ante creatinina elevada de forma persistente (pensar en glomerulonefritis rápidamente progresivas), un complemento disminuido durante más de 8 semanas (indicaría probablemente una glomerulonefritis membranoproliferativa) o una proteinuria persistente durante más de 6-8 semanas (podría indicar la evolución a formas crónicas).
  • Estaría indicada la realización de una biopsia renal ante la persistencia de los síntomas, en las formas de presentación atípica y ante dudas en el diagnóstico.
Definición:
  • El síndrome nefrítico agudo se caracteriza por la aparición de forma súbita de hematuria, proteinuria, edemas, oliguria, alteración de la función renal e hipertensión arterial frecuente pero no constante.
  • La glomerulonefritis aguda postestreptocócica es el prototipo de síndrome nefrítico agudo en la infancia, de los 2 a 12 años, y es la segunda causa de hematuria macroscópica en niños después de la enfermedad de Berger. Se presenta tras un intervalo libre de una a 3 semanas de la infección faringoamigdalar o cutánea por el estreptococo. Su pronóstico es benigno, con curación clínica e histológica en el 90%.
Fisiopatología:
  • La patogenia es desconocida, aunque parece estar mediada por inmunocomplejos circulantes y formados in situ.
  • Existe lesión glomerular que produce una disminución de la filtración glomerular, lo que ocasiona oliguria y elevación de las cifras plasmáticas de urea y creatinina.
  • La disminución del filtrado glomerular provoca retención hidrosalina que se traduce en expansión de volumen extracelular y, en consecuencia, en edemas, sobrecarga cardiocirculatoria e hipertensión arterial.
Anatomía patológica:
  • Microscopia óptica: proliferación endocapilar difusa (mesangial), infiltrados de polimorfonucleares, linfocitos y monocitos.
  • Microscopia electrónica: humps o "jorobas" subepiteliales; la aparición de semilunas indica mayor gravedad y persistencia de anomalías renales.
  • Inmunofluorescencia: depósitos granulares de inmunoglobulina G y factor 3 del complemento en las paredes de capilares y mesangio.
Clínica
  • El 40-50% de los casos presentará síndrome nefrítico completo.
  • Los síntomas iniciales son edema periorbitario, pretibial y escrotal junto con hematuria macroscópica (color rojizo oscuro). El volumen de orina está disminuido.
  • Otros síntomas menores son dolor abdominal o lumbar, astenia, anorexia y fiebre moderada.
  • La presión arterial está elevada en más del 50% de los casos. Puede haber cefalea, vómitos, convulsiones o estado confusional en elevaciones graves de la presión arterial (encefalopatía) o signos de insuficiencia cardíaca congestiva.
Diagnóstico:
  • Clínico, con exploración física y datos de laboratorio compatibles con el síndrome nefrítico agudo.
  • De confirmación de la etiología infecciosa postestreptocócica.
  • Diferencial con otras enfermedades que cursan con hematuria, con formas secundarias de glomerulonefritis, con glomerulonefritis asociadas a enfermedades sistémicas, vasculitis, con otras postinfecciosas, con el síndrome nefrótico, etc.
Tratamiento:
  • Se basa en 3 pilares:
  • Medidas generales (restricción hídrica y de sal, dieta, etc.) y control de la presión arterial, el peso y la diuresis.
  • Tratamiento diurético asociado o no a tratamiento hipotensor y de alteraciones hidroelectrolíticas en función de la diuresis, edemas y cifras tensionales.
  • Tratamiento etiológico: penicilina o eritromicina en alérgicos durante 7 a 10 días. No existen recaídas, por lo que no estaría justificado el tratamiento de mantenimiento con penicilina.

No hay comentarios:

Publicar un comentario