Al menos en el hombre, entre el 95 y el 98 % del total de los ácidos grasos
presentes en el plasma sanguíneo está contenido en los ésteres de ácidos grasos
como los triglicéridos, los fosfolípidos y los ésteres del colesterol. Estos esteres de
ácidos grasos se encuentran principalmente en forma de lipoproteínas
plasmáticas. El resto, una pequeña porción de entre 2 y 5 %, se halla en forma
no esterificada y está unido a un complejo albuminoide del plasma.
Las lipoproteínas realizan tres funciones principales:
a) transportar las grasas de la
dieta desde la mucosa intestinal, donde son absorbidas, hacia los tejidos del
organismo animal; esta función la desempeñan los quilomicrones y los residuos
de quilomicrones.
b) transportar los triglicéridos desde el hígado hacia el resto de
los tejidos del cuerpo, para almacenarse o ser oxidados para obtener energía. Las
responsables de esta acción son las lipoproteínas de muy baja densidad (very low
density lipoproteins), también conocidas como VLDL (por sus siglas en inglés).
Una vez que las VLDL liberan los triglicéridos en los tejidos, los restantes
constituyentes son devueltos al hígado en la forma de lipoproteínas de densidad
intermedia (intermediate density lipoproteins), o IDL y también como lipoproteínas
de baja densidad (low density lipoproteins), o LDL.
c) actuar como mediador en el
transporte inverso del colesterol; esta tarea recae en las lipoproteínas de alta
densidad (high density lipoproteins), o HDL, y en las LDL, que devuelven al hígado
el exceso de colesterol formado en los tejidos extrahepaticos.
El cuadro 1, muestra la localización en donde tienen origen cada una de las lipoproteínas. Los lípidos sanguíneos se transportan como lipoproteínas, que varían desde densidades muy bajas (VLDL), tales como quilomicrones hasta las de muy alta densidad (HDL). La densidad aumenta a medida que la proporción de proteínas en el complejo aumenta y a medida que los lípidos disminuyen. Los ácidos grasos libres (AGL), se transportan como un complejo con la albúmina.
El cuadro 1, muestra la localización en donde tienen origen cada una de las lipoproteínas. Los lípidos sanguíneos se transportan como lipoproteínas, que varían desde densidades muy bajas (VLDL), tales como quilomicrones hasta las de muy alta densidad (HDL). La densidad aumenta a medida que la proporción de proteínas en el complejo aumenta y a medida que los lípidos disminuyen. Los ácidos grasos libres (AGL), se transportan como un complejo con la albúmina.
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